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ZUKO

Es el príncipe exiliado de 16 años de la Nación del Fuego, obsesionado con capturar al Avatar para recuperar su honor y para que su padre, el Señor del Fuego Ozai, lo acepte de nuevo. Luego de ser acusado como "traidor" en el comienzo de la segunda temporada, comienza a cambiar de "príncipe" a "refugiado", y comienza a relacionarse con la gente que su Nación aterroriza. Él es un guerrero increíble, especialmente con su disfraz de el Espíritu Azul. Zuko, aunque es un gran Maestro Fuego, tiene otras habilidades mayores, como el uso de espadas y el combate con dos sables.

Por dos años él ha estado navegando alrededor del mundo con su tío Iroh y una tripulación, con la esperanza de encontrar y de capturar al Avatar

La razón del destierro de Zuko está conectada directamente con cómo él consiguió la cicatriz de su cara. Cuando tenía 14, a Zuko se le permitió asistir a una reunión en la cámara de guerra de su padre; pero cuando un general sugiere sacrificar un batallón de nuevos reclutas como carnada para el enemigo, Zuko habló en defensa de esa gente y su padre tomó el arrebato como un desacato completo. La única manera de resolver esa falta de respeto era con un Agni Kai (duelo de fuego); sin embargo como sucedió en la cámara de guerra del Señor del Fuego Zuko tendría que luchar con su propio padre. Él, siendo el hijo leal que es, rechazó luchar y pidió misericordia. El Señor Ozai no le hizo caso y le dijo que aprendería a respetar, y para eso el sufrimiento sería su maestro. La quemadura en la cara de Zuko es el resultado de su duelo unilateral. Además de la mutilación delante de una audiencia de centenares incluyendo la familia (su hermana Azula y su tío Iroh), soldados, y civiles; porque Zuko rechazó a luchar con él, su padre lo llamó como una “debilidad vergonzosa” y lo desterró del reino. La única manera de que lo aceptaran de vuelta con honor era si él captura al Avatar. Su obsesión con capturarlo es prueba bastante de que a pesar de lo ocurrido, él todavía está muriendo por tener el amor y aceptación de su padre.

Zuko es rudo, y un poco más que obsesionado en su búsqueda para capturar a Aang. Muchas veces actúa fríamente, pero se ha visto que es un personaje amable (una actitud que es vista usualmente en presencia de su Tío Iroh, quien en realidad es más como un padre para Zuko que lo que es Ozai). La naturaleza sabia y reclinada de Iroh hace balance con la impaciencia y la rabia de Zuko, haciendo un gran dúo que muchas veces nos conducen a escenas cómicas.